Déjame en paz, Amor; ya te di el fruto
de mis mas verdes y floridos años
y mis ojos, ligeros a sus daños,
pagaron bien tu desigual tributo.
No quiero agora yo con rostro enjuto
sano y libre cantar mis desengaños,
ni por alegres y agradables paños
trocar tu triste y congojoso luto:
en llanto y en dolor preso y cargado
de tus antiguos hierros, la jornada
quiero acabar de mi cansada vida.
Mas no me des, Amor, nuevo cuidado,
ni pienses que podrá nueva herida
romper la fe que nunca fue doblada
El divino Figueroa. ( laly)
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Quién es Laly? Falta comentario. Es un soneto muy antiguo y muy bello.
ResponderEliminarYo elegi este soneto porque me parecio que era un amor pero que al principio parecia hermoso pero a lo largo fue pareciendo engaño y tristeza...
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