Recordarás aquella quebrada caprichosa
a donde los aromas palpitantes treparon,
de cuando en cuando un pájaro vestido
con agua y lentitud: traje de invierno.
Recordarás los dones de la tierra:
irascible fragancia, barro de oro,
hierbas del matorral, locas raíces
sortílegas espinas como espadas.
Recodarás el ramo que trajiste,
ramo de sombra y agua con silencio,
ramo como una piedra con espuma.
Y aquella vez fue como nunca y siempre:
Vamos allí donde nos espera nada
y hayamos todo lo que nos está esperando.
Natalia Quiroga.
Me gusto este soneto porque se identifica con el amor
de dos personas en la naturalezay las cosa hermosa que
tiene, a pesar de sus defectos.
martes, 24 de noviembre de 2009
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No sé quién es el autor....Falta interpretación personal
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